LA EXTORSIÓN CARCELARIA EN CARTAGENA, MÁS ALLÁ QUE UNA SIMPLE LLAMADA LUIS ARTURO MANTILLA RUIZ CODIGO ESTUDIANTIL 2600973 UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA EN CONVENIO CON LA UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA CARTAGENA FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES ESPECIALIZACIÓN EN ADMINISTRACIÓN DE LA SEGURIDAD CARTAGENA 2015 ABSTRAD Colombia es un país de infinitas riquezas culturales y biodiversidad, afectado por más de media década de violencia e intolerancia que han generado un sinfín de pérdidas humanas e inconformismos sociales que no han permitido el desarrollo adecuado del país en comparación a sus pares en el continente americano. Es así que uno de estos inconvenientes sociales de carácter delictivo que se puede observar con mayor relevancia y reiteración en la actualidad del país la Extorsión, en mayor aumento la conocida como extorsión de modalidad carcelaria, en la cual personas que se encuentran recluidos en los diferentes centros penitenciarios y carcelarios de Colombia y con la utilización de medios de comunicación como un celular intimidan a victimas externas o gente del común con el fin de recibir un beneficio económico ilícito a cambio de no atentar contra él o contra su familia. Es así como Cartagena reconocida mundialmente como la Capital turística de Colombia para aquel extranjero que quiera conocer el país no escapa a este flagelo delictivo donde se ven afectados nacionales y turistas mundiales sin discriminación económica alguna. Se conocerán entonces en el presente escrito algunas causas y efectos de la extorsión al igual que sus modalidades y las acciones desarrolladas por el estado para luchar contra ella, tanto a nivel nacional como en la ciudad de Cartagena. PALABRAS CLAVE Extorsión, GAULA, Cárcel, Victima, Llamada, Prevención, Denuncia, Engaño, Intimidación, Presos. INTRODUCCION Posterior al proceso desarrollado por parte del gobierno del ex-presidente Álvaro Uribe el cual fue conocido como justicia y paz, realizado en su momento con las auto defensas unidas de Colombia (AUC) en búsqueda de la desmovilización de estos grupos armados al margen de la ley y su reintegración a la vida civil el cual lastimosamente no culminó en su totalidad como era esperado sino que por contrario conllevó a la creación de estructuras de crimen organizado como el clan Usuga (anteriormente conocidos como Urabeños), los rastrojos y las ya abolidas Águilas negras los cuales fueron conformados por disidentes de estos grupos de autodefensa, quienes no vieron en las opciones dadas por el gobierno un punto de inicio rentable y estable para reiniciar su vida ante la sociedad y por el contrario buscaron en nuevas líneas de acción delincuencial la forma de subsistir tales como lo son el narcotráfico y la extorsión, dejando ya a un lado la imagen de grupos creados para la supuesta auto protección de la violencia y actuar de las FARC (fuerzas armadas revolucionarias de Colombia) que en algún momento se convirtió en un problema nacional de difícil control para el estado, para convertirse en organizaciones y bandas delincuenciales de crimen organizado que incluso se encuentran aliadas con sus antiguos enemigos en temas del transporte interno, fabricación y exportación de narcóticos. Ahora bien súmese los inigualables esfuerzos operativos y judiciales que ha realizado la fuerza pública bien sea por el ejército, la armada, la fuerza aérea o al policía tanto a nivel individual como grupal con el propósito de contrarrestar el accionar delincuencial de estos grupos al margen de la ley que en ocasiones ha logrado la desarticulación y captura de sus cabecillas y mayoría de integrantes, generando el traslado de estos delincuentes a cárceles a nivel nacional, las cuales a causa de falta de controles eficaces y su inocultable hacinamiento han permitido que dichos bandidos comiencen una serie de extorsiones a personas del común a través de una simple llamada e intimidaciones que han venido siendo perfeccionadas desde estos centros penitenciarios y carcelarios. Tipo de extorsión que ha sido copiado y utilizado incluso por delincuencia común que ha visto en estas llamadas un negocio fácil y rentable para obtener ganancias ilícitas. Dicho tipo de delito es un auge que lastimosamente está en crecimiento en la sociedad colombiana ya que es una conducta punible que no es discriminativo con la clase social o circunstancias en las que se encuentra la víctima, pues así como puede verse afectado un asalariado que mantiene su familia con un salario mínimo mensual puede afectar a prestantes familias con una mayor capacidad económica. Así mismo es un delito no focalizado en un solo punto del país si no que por el contrario se extiende a todo el territorio nacional donde la señal de la telefonía celular tenga alcance, pero sin desconocer que algunas ciudades son más propensas a otras, ya sea por la cantidad de habitantes con que cuente o la presencia de una cárcel de mediana o baja seguridad en su perímetro urbano y rural. Es por esto que Cartagena con su condición social y la ubicación en las afueras de la ciudad del Centro penitenciario y carcelario de mediana seguridad San Sebastián de Ternera no se escapa a este flagelo. Entonces la sociedad colombiana debe empezar a conocer más a fondo este delito su real contexto en el territorio nacional, su condición en el código penal Colombia, sus nuevas mutaciones y su prevención y manejo. LA EXTORSIÓN EN EL COGIDO PENAL COLOMBIANO El código penal Colombia es una Ley nacional emanada en el año 2000 con la única finalidad de establecer las diferentes conductas delictivas que pueden presentarse en el territorio nacional así como sus respectivos agravantes y sanciones (Colombia C. D., 2007). En dicho código se encuentra en el artículo 244 del capítulo VII o Delitos contra el patrimonio económico, capitulo segundo la definición para la jurisprudencia colombiana del delito de la extorsión así como la condena que puede aplicarse a la persona que realice la conducta que a su vez fue modifica por las diversas mutaciones e incremento del delito, dicha definición y fijación de penas más actualizadas y completas se transcribe así (Colombia, 2013):