LAS EMPRESAS DE SEGURIDAD PRIVADA COMO FUENTES DE EMPLEO PARA LOS DESMOVILIZADOS EN EL POSCONFLICTO COLOMBIANO Carlos Manuel Vargas Romero Ensayo presentado para optar el título de Especialista en Administración de la Seguridad Universidad Militar Nueva Granada Universidad San Buenaventura Especialización en Administración de la Seguridad Cartagena, D.T y C Noviembre 2015 INDICE Resumen.……………………………………………………………………………………………………………………………………………. 1 Palabras claves..…………….………………………………………………………………….…………………………………………..…… 2 Introducción …………………………………………………………………………………………………………………………………….…4 Estructura temática del conflicto y posconflicto………………………..……………………………………….…………..... 6 Historia del conflicto armado en Colombia………………………………………………………………………...................6 Desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia……………………………………………………………….. 8 Proceso de paz con la guerrilla de las FARC…………………………………………………………………………………….. 10 Posconflicto: víctimas del conflicto y reintegración de los desmovilizados a la vida civil………………… 12 Oportunidades de empleo a desmovilizados en las empresas de seguridad privada………………………. 14 Conclusión……………………………………………………………………………………………………………………………………… 19 Bibliografía…………………………………………………………………………………………..………………………………….…….. 20 Referencias web…………..……………………………………………………………………………………………………………….. 22 1 RESUMEN Durante los últimos años en nuestro país se han desarrollado diversos procesos de dejación de armas para la reincorporación a la vida civil de miembros de los distintos grupos al margen de la ley, los cuales buscan la inclusión laboral, educación, seguridad y participación en política. Durante el gobierno del Doctor Álvaro Uribe Vélez, se adelantó el más reciente proceso de dejación de armas con los grupos de autodefensas, el cual inicio en el año 2002 y terminó el año 2006 con la firma de los acuerdo en la localidad de Ralito Córdoba; a los cuales se les permitió acogerse al programa reinserción mediante el decreto 128 de 2003, lo que les permitió la reincorporación a la vida civil. Según las estadísticas del programa de reinserción de la presidencia, durante el año 2004 se desmovilizaron cerca del 70% de todas las autodefensas unidades de Colombia, mientras que el 30% restante se convirtieron en bandas criminales organizadas, las cuales azotan al pueblo colombiano, dedicadas a la extorsión, narcotráfico y asesinato. Actualmente nuestro país adelanta un proceso de desmovilización con una de las guerrillas más antiguas de latino América, a través del cual los desmovilizados buscan reingresar a la vida civil y contar con todos los beneficios que poseen los ciudadanos colombianos, tales como educación, inclusión laboral, participación en política y seguridad social. Uno de los temas más importantes es la inclusión laboral; sin embargo, este tema ha sido muy complejo, pues existe una tendencia por parte de las administradores y gerentes de las empresas del sector privado, de estigmatizar a los desmovilizados; es de resaltar que algunos gerentes de empresas de seguridad privada han manifestado el apoyo a la inclusión laboral de estas personas una vez dejen las armas y se incorporen a la sociedad, lo que evitaría que un gran porcentaje retomen las armas y se incremente la violencia, por lo que es necesario que el estado desarrolle políticas que estimulen la inclusión de los desmovilizados al mercado laboral. 2 PALABRAS CLAVES POSTCONFLICTO: Período de tiempo que sigue a la superación total o parcial de los conflictos armados, la reducción del número de homicidios relacionados con el conflicto por debajo de un umbral determinado, que le otorga o le niega el estatus de conflicto activo. AMNISTIA: Perdón de penas decretado por el Estado como medida excepcional para todos los presos condenados por determinados tipos de delitos, generalmente políticos. GUERRILLA: Formación insurgente de un grupo integrado por civiles armados que no pertenecen al cuerpo del ejército regular de una nación determinada, que lucha por motivos políticos con el fin de imponer un determinado sistema político, económico y social en un lugar o país. NARCOTRAFICO: Es el comercio ilegal de drogas tóxicas en grandes cantidades, este proceso que comienza con el cultivo de las sustancias, sigue con la producción y finaliza con la distribución y venta, suele ser realizado por diversos carteles que se especializan en cierta parte de la cadena PANDILLA: es un grupo de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o filosofía común entre los miembros. SECUESTRO: privar a un individuo de su libertad de manera ilegal para exigir algo a cambio de su liberación; tomar por la fuerza un medio de transporte. BACRIM: Es el nombre que identifica a una serie de organizaciones mafiosas que delinquen en Colombia, esta denominación fue otorgada por el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. 3 DROGA: Es una sustancia vegetal, mineral o animal que tiene efecto estimulante, alucinógeno, narcótico o deprimente. EXTORSION: Es un delito consistente en obligar a una persona, a través de la utilización de violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto jurídico o negocio jurídico con ánimo de lucro y con la intención de producir un perjuicio de carácter patrimonial. SICARIATO: Es un delito en el cual se realizan asesinatos por encargo, que en la mayoría de los casos, son jóvenes los que son reclutados, para la comisión de este delito. 4 INTRODUCCION El propósito de este ensayo surge del interés de analizar las diferentes alternativas de solución para brindar empleos digno en las empresas de seguridad privada a los desmovilizados de la guerrilla de las FARC, una vez se hayan firmado el actual proceso de paz que se adelanta en la Habana Cuba y que dará fin al conflicto armado colombiano, el cual se considera el más antiguo del continente. Con base en una serie de consultas, indagaciones, análisis e interpretaciones de ideas y teniendo en cuenta algunas actividades que venían realizando los miembros este grupo al margen de la ley, se asume que las empresas de seguridad privada son una posible fuente generadora de empleos para los desmovilizados una vez terminado el conflicto armado en Colombia, las empresas de seguridad privada podrán brindar capacitación en las diferentes ramas de la seguridad y preparación en oficios como la confección de uniformes y otras actividades de carácter logístico para sostenimiento de dichas empresas. Teniendo en cuenta los múltiples frentes que conforman esta guerrilla, según información suministrada por el ministerio de defensa, las FARC cuentan con número de aproximado de 6.700 hombres armados y un número estimado de 9.600 que integran las redes de apoyo , para un total de 15.700 (Presidencia de Colombia, 2014); por lo que es importante determinar el porcentaje de guerrilleros que se incorporarían a la sociedad, con relación al número de posibles oportunidades de empleo que tendrían las empresas de seguridad privada. En este orden de ideas, hay que tener en cuenta la magnitud del proceso y los actores que se involucran en la consecución de una paz duradera, surge el interés por conocer las distintas variables que hacen parte de este proceso, que de una u otra forma inciden en la inclusión laboral que se pretenda ofrecer a este grupo de personas que desean reintegrarse a la sociedad colombiana. De igual manera, es importante conocer los riesgos asociados que trae consigo un proceso de dejación de armas, traer a la vida civil desmovilizados sin el acompañamiento de un plan social, en donde no solo se involucre al estado con las soluciones de empleo, educación, vivienda y 5 salud; se debe tener en cuenta que gran parte de esas fuentes de empleo están en las empresas privadas, en este caso particular, las empresas de vigilancia y seguridad privada. Es necesario la adopción medidas y compromisos serios, teniendo en cuenta que el incumplimiento, traería como consecuencia, caer en los mismos errores que han sucedido con los anteriores procesos de paz entre ellos, los desarrollados con el PRT, el EPL, el M-19 y el más reciente y polémico con las denominadas autodefensas unidas de Colombia, en cada uno de estos procesos se ha notado un abandono por parte del estado, especialmente en lo relacionado con la seguridad física de los desmovilizados, es importante tener en cuenta los hechos históricos y saber que a muchos de ellos les ha costado la vida y en otros casos han sido estigmatizados por la sociedad, especialmente por los empresarios para brindar oportunidades de empleo, lo que ha traído consigo el crecimiento acelerado de la criminalidad, hoy transformadas en BACRIM o Bandas Criminales, dedicadas al narcotráfico, secuestro, extorción y micro tráfico. 6 ESTRUCTURA TEMATICA DEL CONFLICTO Y POSTCONFLICTO HISTORIA DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA La violencia en Colombia, se hizo presente desde el siglo XIX, con el desencadenamiento de ocho guerras civiles (CHCV, 2015). No obstante, después de la última guerra civil, la denominada guerra de los mil días (1899 - 1902), el país vivió casi medio siglo de relativa calma, existiendo episodios violentos, donde el fin de la hegemonía conservadora, cobró sus víctimas. Durante las primeras décadas del siglo XX, el país vivió nuevamente momentos de tensión que desencadenaron posteriormente episodios altamente violentos, donde el acceso desigual a la tierra y los recursos naturales, fueron los principales detonantes de estos hechos, sumándose a ello también, la debilidad del estado colombiano y los límites de la participación política(CHCV, 2015). A mediados del siglo XX, Colombia atraviesa el periodo más difícil de su historia, el denominado por muchos historiadores y ensayistas, como “la violencia”, compuesto por tres fases distintas durante el periodo 1946- 1964. Este periodo inicia con una violencia sectaria, luego del cambio de hegemonía política; la segunda fase, inicia con el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948 (quien fuese identificado como un líder político que lucharía por los ideales del pueblo, rompiendo los límites de la participación política), en este hecho se mezclaron las confrontaciones sectarias y el vandalismo social y político, donde se daba muerte a todo aquel que se oponía a los ideales del momento, lo cual desencadenó en el origen de las denominadas autodefensas campesinas y guerrillas comunistas. La última fase, denominada violencia tardía, se cierra con el desmantelamiento de los remanentes descompuestos del vandalismo a mediados de los años sesenta. (CHCV, 2015). Luego de las fases anteriores, se da inicio a un periodo contemporáneo de violencia, que data desde 1964, hasta hoy. Periodo que también consta de dos fases, una etapa en la que emergen grupos guerrilleros animados por diversos proyectos revolucionarios de cambio social. Fue así que en julio del año 1964, tuvo sus orígenes la guerrilla de las FARC (fuerzas armadas 7 revolucionarias de Colombia), quienes tenían el sólido objetivo de mejorar las condiciones de vida de la población rural, mediante una reforma agraria revolucionaria, lo que le permitió a este grupo ganar muchos adeptos e incrementar sus filas de 1000 a 15000 guerrilleros para el año 1982 (Kurtenbach, 2005), surgiendo también por esta época, las guerrillas del ELN (ejército de liberación nacional), y el EPL (ejército popular de liberación), denominadas en sus inicios como guerrillas de “primera generación”, las cuales a partir de los años ochenta asumieron una recomposición en sus ideales, lo que impulsó la emergencia de guerrillas de “segunda generación”, como el movimiento 19 de abril (M- 19) y el MAQL (movimiento armado quintín lame), la expansión del tráfico de drogas y el nacimiento de los grupos paramilitares (CH CV, 2015). El origen de estos últimos grupos, el paramilitarismo, se remonta al año 1981, año en que Luis Gabriel Bernal Villegas, miembro de un comando del M-19, secuestró a Martha Nieves Ochoa, hermana de Fabio, Jorge Luis y Juan David Ochoa, miembros del Cartel de Medellín. Producto del secuestro, los hermanos de esta, convocaron a un encuentro de urgencia, al que asistieron 223 personas, la mayoría jefes de la mafia, entre ellos, Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha. El objetivo de esta reunión fue el de contrarrestar las acciones de los grupos guerrilleros. En este encuentro, los asistentes dieron cada uno 2 millones de pesos y 10 de sus mejores hombres, de esta manera nació el MAS (muerte a secuestradores). Con los hombres organizados y las armas compradas, se dio inicio a la venganza por el secuestro de Martha Ochoa, hecho que trajo consigo el secuestro de la esposa de Bernal Villegas y 25 personas cercanas a él, quien producto de la presión del MAS, procedió a la liberación de Marta Ochoa sin cobrar la recompensa exigida. En el país, el Paramilitarismo hace referencia principalmente al fenómeno histórico relacionado con el accionar de grupos armados ilegales de extrema derecha organizados a partir de la década de los setentas con el fin de combatir a los grupos armados de extrema izquierda (guerrillas colombianas). Estos grupos paramilitares, también denominados Autodefensas, se extendieron por diversas regiones del territorio nacional con la participación de ricos hacendados, colonos y pequeños industriales, pero fue hasta la década de los noventa, que diversos grupos paramilitares conformaron una entidad mayor, de influencia nacional, denominada Autodefensas Unidas de Colombia – AUC (Barragán, 2012). 8 En la misma década de los 80´s, año1982, luego de la conformación de las guerrillas y grupos paramilitares, se da inicio a los primeros acercamientos de paz entre el gobierno nacional y algunas guerrillas del país, con esto se logró pactar la desarticulación del M-19, EPL, MAQL, con el compromiso de promover y fortalecer la democracia, asimismo establecer las garantías para ejercer la actividad política. A estas desmovilizaciones, siguieron otras de grupos menores como la CRS (Corriente de Renovación Socialista), y el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) (IEGAP, 2013). Sin embargo, pese a la desaparición de estas guerrillas, en el país continuaban haciendo presencia otros grupos armados, con los que el gobierno adelantó conversaciones, treguas y acuerdos de paz. Pero estos, llegaron a su fin por falta de garantías, así como los ataques a la población civil y el accionar de los grupos paramilitares, quienes posteriormente se acogieron al proceso de desmovilización. En lo que respecta a la guerrilla de las FARC, después de un periodo de diálogo se producen acuerdos humanitarios y se procede a las liberaciones de secuestrados, dando pasos hacia la obtención de paz en el país. Proceso que inicio con el gobierno del señor Presidente de la república Doctor Juan Manuel Santos, instalándose una mesa de negociación para dar inicio formal a los diálogos de paz en la Habana - Cuba, proceso que hasta el día de hoy continúa. DESMOVILIZACIÓN DE LAS AUTODEFENSAS UNIDAS DE COLOMBIA. A partir del Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, se inició una ofensiva sostenida por parte de la fuerza pública en el marco de la política de seguridad democrática, lo que generó un cambio significativo en las condiciones de seguridad del país, dando paso a una transformación de las organizaciones armadas quienes independientemente y lejos de cualquier ideología política, buscan mantener un control territorial de área para el sostenimiento de sus propósitos delictivos, ya sea en la conservación de los llamados corredores de movilidad, el cultivo y tráfico de drogas, como también el tráfico de armas. Como consecuencia de esta ofensiva, durante el primer periodo presidencial del Presidente Álvaro Uribe, hacia el año 2002 se inicia el proceso de paz con las autodefensas unidas de Colombia comandadas por Salvatore Mancuso. Mediante un documento público enviado al 9 presidente, las AUC declararon un cese de hostilidades nacional a partir del primero de diciembre de ese año, cumpliendo así con el requisito del gobierno nacional para el inicio de conversaciones. Luego de un proceso de negociación se procede con la entrega de las armas. El 16 de agosto de 2006, las AUC se ponen a disposición de las autoridades, todos los jefes desmovilizados de las Autodefensas fueron recluidos en el centro especial de Alta Seguridad de la Ceja y posteriormente trasladados a la cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí; algunos de estos fueron extraditados a los estados Unidos, donde actualmente pagan condenas, al mismo tiempo que se adelantan procesos penales en Colombia (Presidencia de Colombia, 2006). En el marco del proceso de desmovilización, el gobierno colombiano aprobó la denominada “Ley de Justicia y Paz”, con el objetivo de facilitar los procesos de paz y la reincorporación individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley. Con la puesta en marcha de esta ley, se busca garantizar el derecho a la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas de estos grupos (Presidencia de Colombia, 2006). Aunque la mayoría de los jefes paramilitares y parte de sus estructuras de mandos medios se acogió al proceso de paz, la otra parte de estas organizaciones se ha desdoblado avanzando hasta las zonas urbanas, llevando consigo la agudización del conflicto, quienes continúan por la lucha territorial para el micro tráfico. Entre las zonas más disputadas y de mayor actividad criminal se encuentra el departamento de Antioquia, donde no solo se delinque por el tráfico de drogas, sino también por la minería ilegal, a tal punto que estas Bandas Criminales, han realizado alianzas con facciones guerrilleras, debido a que esta última posee mayor poder económico y de combate. Otras zonas con mayor influencia de bandas criminales son las Regiones Caribe y Pacífica, se estima que en 347 municipios del territorio colombiano existe presencia de los grupos ilegales, encabezadas por Los Paisas, Urabeños y Rastrojos, quienes han logrado expandirse hacia todas las zonas del territorio nacional e incluso han traspasado fronteras, es así como hoy día existe presencia de las mismas en Venezuela, Ecuador y Panamá. 10 PROCESO DE PAZ CON LA GUERRILLA DE LAS FARC. El proceso de diálogo con la guerrilla de las FARC, tuvo sus primeros pasos durante el gobierno del presidente Andrés Pastrana Arango, aunque por esa época, resultó infructuoso, dado que no se logró ningún acuerdo con esta guerrilla. Algo que tampoco ocurrió durante el mandato del presidente Álvaro Uribe Vélez. Actualmente, Colombia avanza hacia la firma del proceso de desmovilización con la Guerrilla de las FARC, se iniciaron formalmente el 18 de octubre de 2012, en donde se acuerda el desarrollo de los diálogos en tres fases, la primera que fue la etapa de acercamiento o conversaciones exploratorias, tuvo lugar durante casi seis meses, durante esta fase se logró establecer las condiciones e intercambiar visiones sobre la terminación del conflicto con el fin de realizar las conversaciones, así mismo, se firmó un “Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”; la segunda fase, es la actual del proceso, consiste en dotar de contenido una agenda que permita llegar a un acuerdo final, bajo las siguientes reglas de juego: no hay despejes de territorio ni tampoco cese de operaciones militares; las sesiones de trabajo de la mesa son reservadas y directas para garantizar seriedad y discreción, la duración de la Mesa estará sujeta a que se revisen los avances cada cierto tiempo; y las conversaciones se realizan bajo el principio de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”; y, finalmente, una vez culminada la segunda fase, se entraría a una tercera fase, con la que se pretende dar por terminada la guerra y comenzar el camino hacia la construcción de la paz, bajo la premisa de que la paz se construye entre todos los colombianos luego de la firma de un acuerdo final. La paz en Colombia será una paz territorial en la que participen todos los ciudadanos y las comunidades en torno a su construcción, impactará positivamente los derechos de las víctimas; y tendrá que asegurar garantías para todos (Jaramillo, 2014). Este proceso de paz, se sustenta en 6 puntos concretos a desarrollar durante los diálogos: el primero es la política de desarrollo agrario integral, que comprende el acceso y uso de la tierra, estímulo a la producción, infraestructura y adecuación de tierras, programas de desarrollo con enfoque territorial, entre otros temas; el segundo punto se refiere a la participación política, con lo que se pretende garantizar derechos para el ejercicio de la oposición política en general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final, mecanismos democráticos de participación ciudadana, y otros; el tercer punto aborda el fin del 11 conflicto, con ello se busca el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, dejación de las armas y reincorporación a la vida civil, la revisión de la situación de las personas privadas de la libertad por pertenecer a estos grupos, y las garantías de seguridad; el cuarto punto, hace referencia a la solución del problema de las drogas ilícitas, para esto se desarrollarían programas de prevención del consumo y salud pública, de igual manera se buscaría solución al fenómeno de producción y comercialización de narcóticos; con el quinto punto, se pretende resarcir a las víctimas del conflicto, mediante la obtención de la verdad y el respeto de sus derechos humanos; y finalmente, el sexto punto, aborda los mecanismos de implementación y verificación, un sistema de implementación, dándole especial importancia a las regiones, comisiones de seguimiento y verificación, mecanismos de resolución de diferencias, estos mecanismos tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán conformados por representantes de las partes y de la sociedad según el caso (Jaramillo, 2014). Luego de tres años de diálogos, el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, se encuentra en la segunda fase de desarrollo, en la que se han logrado compromisos por parte de este grupo, tal como es manifestado en el comunicado del 12 de julio del 2015, texto en el que expresan hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar sin demoras a la firma del acuerdo final, para lo cual decidieron cambiar su metodología por la de un trabajo continuo sobre los puntos centrales de la agenda, de igual forma, acuerdan sin demoras los términos del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, la dejación de armas y la adopción de un sistema de monitoreo y verificación (comunicado 55). Otro aspecto a destacar, es el avance en el proyecto piloto de descontaminación de explosivos, adelantado en la vereda Orejón del departamento de Antioquia, tal como la manifiestan en su comunicado del 2 de agosto (comunicado 57). En el más reciente comunicado (septiembre 23), el grupo guerrillero reafirma su compromiso con los acuerdos logrados hasta la fecha, con tres de los seis puntos de la agenda: reforma rural integral, participación política, y solución al problema de las drogas ilícitas. Al mismo tiempo, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que satisfaga los derechos de las víctimas y contribuya a la construcción de una paz estable y duradera, para lo que están construyendo un sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición (comunicado 60). 12 Los acuerdos con los que se pretende conseguir la desmovilización de las FARC, traerán consigo un gran reto para el país, compromisos jurídicos, políticos, militares, económicos y sociales por ambas partes; entendiendo que para dar fin al conflicto, no solo es necesario acabar con la fuente, si no también estudiar las posibilidades de minimizar los riesgos en que se puedan convertir los desmovilizados que deseen regresar nuevamente a la delincuencia. Por ello, se requiere de un compromiso sólido, donde todas las parte se comprometan al cumplimiento de lo pactado, esto con el fin de evitar caer en errores como lo ocurrido en el proceso de desmovilización que se desarrolló con las autodefensas, donde muchos de sus militantes son hoy los jefes de las bandas criminales dedicadas al narcotráfico, micro tráfico, sicariato y extorsión; lo que demuestra que no se cumplieron las propuestas planteadas por el gobierno de turno, en cuanto a la aplicación de justicia, acompañamiento de proyectos productivos, inversión en el campo, educación y salud. De igual manera, el evidente incumplimiento de los compromisos adquiridos por parte de los cabecillas de las autodefensas, en cuanto a la verdad y reparación de víctimas; y la inclusión por parte de los empresarios, para generar empleo a los desmovilizados, quienes todavía son estigmatizados. Todo esto, sin dejar de lado la memoria de la sociedad en general que aún no perdona las actuaciones y los daños que ocasionaron estos delincuentes. POSCONFLICTO: VICTIMAS DEL CONFLICTOY REINTEGRACIÓN DE LOS DESMOVILIZADOS A LA VIDA CIVIL. Una vez culminados los diálogos de paz, será preciso evitar la recaída en el conflicto de los desmovilizados, por lo que es importante diferenciar entre la finalización del conflicto y alcanzar la paz. Donde alcanzar la paz, implica una serie de condiciones que van desde satisfacer las necesidades de los excombatientes, hasta llenar las expectativas de la población y mejorar sus condiciones sociales, económicas y políticas; para transformar su calidad de vida, por lo tanto es necesario y prioritario; atender la pobreza para dar sostenibilidad a una eventual paz duradera, toda vez que la consecución de la paz en el pos conflicto, es un proceso a largo plazo, que requiere de paciencia, reconciliación, justicia, tolerancia y perdón. Diversos analistas del conflicto, plantean la necesidad de estudiar las acciones en dos sentidos las que se dedican a las consecuencias físicas del conflicto y las que se dirigen a las reformas 13 económicas, políticas y sociales de fondo, para sostener un eventual estado de paz. Puede ser conveniente pensar en términos de agendas simultáneas o procesos encaminados a resolver situaciones distintas, una relacionada con los problemas a largo plazo y otra relacionada con las secuelas directas producidas por el conflicto armado, con el fin de minimizar la posibilidad de que surjan nuevos grupos generadores de violencia. Por lo que se debe adelantar una intervención mediadora y pacificadora, que permita mostrar a todos los implicados en el conflicto armado, las ventajas que trae un estado en paz y la desmovilización de todos los actores generadores de violencia. Para algunos autores, la construcción de un estado de paz, debe iniciarse antes de que cesen las hostilidades y culmina en el pos conflicto; después de que la sociedad se haya recuperado del daño físico causado por conflicto armado, las personas sean consciente de aprender a jugar con nuevas reglas políticas y económicas y después que sean sanadas sus heridas, individuales y colectivas; de tal manera que haya una expectativa generalizada de que las diferencias que persistan o las nuevas que surjan, no van a exacerbarse hasta el punto de recaer en el conflicto violento entre las partes. (Camacho et al., 2002). Al hablar de pos conflicto, se debe tratar sus principales actores, víctimas y victimarios; por ello, el manejo adecuado de un proceso pos conflicto, aborda los siguientes temas de interés: Atención humanitaria a las víctimas del conflicto, retorno y apoyo de poblaciones desplazadas, desmovilización y reintegración de excombatientes, restauración de capacidad de manejo económico, generación de recursos para el pos conflicto, procesos sociales de perdón y reconciliación. (Camacho et al., 2002). Siendo las necesidades más apremiantes y solución aquella que tiene que ver con los problemas de víctimas directas del conflicto, desde un mínimo de seguridad, alimentación hasta la provisión de soluciones temporales de salud y vivienda en las zonas más afectadas por el combate, buscando atacar problemas de fondo y de largo plazo. Otro de los grandes retos en el pos conflicto, se desprende de la desmovilización y el desarme, así como la reintegración a la sociedad civil de los combatientes, por lo que es importante analizar las experiencias de otros países que han vivido las experiencias del conflicto armado, teniendo en cuenta que el éxito de este procesos, depende en gran parte de la aceptación de la sociedad civil para la sostenibilidad de una sociedad en paz, pues hemos visto que donde han habido fallas, los excombatientes han retomado las armas en señal de rebeldía, ocasionalmente 14 han nutrido las nuevos grupos delincuenciales y en general, han sufrido una marcada marginación social, lo que hace poco atractivo el pos conflicto como nuevo conjunto de reglas. Por lo tanto, analizar las condiciones más favorables a una reinserción positiva, que incluya no sólo el desarme sino la verdadera reintegración de los combatientes a la vida civil en todos los aspectos, política y económica y que se convierte en un gran reto. (Camacho et al., 2002). En Colombia el reto del pos conflicto es alto, partiendo no solo del elevado número de combatientes, aproximadamente 15.700 guerrilleros. (Presidencia de Colombia, 2014) que necesitarían nuevas oportunidades para su reintegración a la vida civil, sino también, considerando la población menor de edad que hace parte de este grupo, población a la que se le debe dar otro enfoque, un compromiso y acompañamiento del instituto de bienestar familiar y el Ministerio de Educación. OPORTUNIDADES DE EMPLEO PARA DESMOVILIZADOS EN LAS EMPRESAS DE SEGURIDAD PRIVADA Durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, surgió la iniciativa de emplear a los excombatientes en las empresas de seguridad privada del país. Propuesta que fue aceptada por los empresarios de la vigilancia y la seguridad privada, quienes vincularían a desmovilizados de la guerrilla y las autodefensas siempre y cuando previamente se dé un proceso de evaluación y luego una estricta y completa capacitación de los interesados en ingresar a este gremio. Para ello, los empresarios del gremio lanzaron alternativas de empleo que pueden ajustarse al perfil de los desmovilizados, saliendo a flote ofertas como guardias cívicos sin armas o en la confección de dotaciones para las compañías de seguridad. El entonces presidente de la Asociación Nacional de Seguridad Privada (Andevip), Jaime Higuera Serrano (QEPD), manifestó que el gremio estaba listo para vincularse al programa presidencial de reinserción, dado que esto debía sentirse como un deber para lograr la paz. (el tiempo.com). 15 En el marco del proceso de paz que se está adelantando en La Habana, se realizó durante el año 2014, un foro llamado „Pos conflicto y el sector de la vigilancia y seguridad privada: ¿cómo aportar a la paz?, liderado por la revista Semana y Fedeseguridad; donde el presidente de Fedeseguridad, Felipe Molinares, planteó la posibilidad de que a las empresas de seguridad privada se les permita participar en el desminado humanitario del país, para esta labor podrían contratar a los reinsertados y capacitarlos para que hagan el trabajo de campo “no técnico, requerido para identificar y desactivar minas anti personas”, de esta manera no solo se les brindaría una opción laboral, sino que se les permitiría realizar una labor de reparación hacia la sociedad; propuesta que resultó altamente viable para el superintendente de vigilancia y seguridad privada, Fernando Lozano, siempre y cuando el gobierno flexibilice el decreto 356, vigente desde 1994, el cual no contempla esa actividad para las empresas de seguridad privadas. Aunque la propuesta resulta viable para algunas partes, el director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, Alejandro Éder, indicó que para que un desmovilizado, pueda integrarse a un entorno laboral, necesita por lo menos seis años de recuperación; a lo cual el consejero presidencial para la seguridad y convivencia, Francisco Lloreda, dio un total apoyo a esta propuesta, afirmó que Colombia maneja procesos de reinserción desde hace diez años y finalizó tras asegurar que, “hay que cortarle el cordón umbilical de la violencia a los desmovilizados con trabajos dignos”. La vinculación laboral de los desmovilizados se convierte en sí, en un proceso de acoplamiento de la sociedad y del reinsertado ya que requiere en si adaptación, disposición y tolerancia partiendo de la decisión de los empresarios de contratar para su sistema de seguridad privada a desmovilizados, así como lo manifiesta Carlos Yépez presidente del grupo Bancolombia; la discusión y el reto van más allá, de si se logra o no un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, el gran interrogante es lo que viene después?, el llamado pos conflicto y uno de los puntos más críticos, es lo que va a pasar con las personas desmovilizadas una vez se reintegren a la sociedad. Aunque está claro que esto será una responsabilidad compartida entre el gobierno, los ciudadanos, los ex combatientes y el sector privado, ¿cuál es la posición de los empresarios 16 frente a la posibilidad de vincular laboralmente en sus compañías a quienes desempuñen las armas?, la mayoría de líderes empresariales manifestaron su apoyo a la finalización del conflicto armado y su compromiso con la reintegración de los desmovilizados. “Por supuesto que sí estamos dispuestos a contratar desmovilizados o víctimas del conflicto, somos unos convencidos de que el proceso de reconciliación, en el que queremos incursionar, tiene necesariamente que pasar por la reinserción y la reintegración; ningún ciudadano colombiano puede ser ajeno, desde la actividad que desarrolle, a no considerar un proceso tan trascendental para la vida del país”, afirmó Carlos Raúl Yepez Jiménez, presidente del Grupo Bancolombia. Para el directivo, el sector empresarial deberá tener una agenda explícita y formal para aportar al nuevo modelo de sociedad que, entre todos, debe construirse. “En ese modelo de sociedad que escojamos todos vamos a ser reinsertados, pero para lograrlo debemos asumir el perdón, dar lugar a la convivencia y al surgimiento de un nuevo país, aportando no solamente recursos económicos, sino ideas y acciones concretas que acompañen el cierre de brechas de inequidad e injusticia social”, aseguró Yepez. En resumen, la probabilidad de empleo en vigilancia para los reinsertados, tiene una posibilidad importante, basta con firmar acuerdos que respalden esta iniciativa; es así como la superintendencia de vigilancia del país no descarta que una vez se firme la paz con las FARC, guerrilleros desmovilizados pasen a ser parte de sistemas de seguridad privada en el país. El nuevo superintendente de Vigilancia, Carlos Alfonso Mayorga, aseguró que aunque es una decisión del gobierno nacional, las empresas de vigilancia privada se comprometerán en un escenario de pos conflicto a brindar posibilidades de trabajo a ex guerrilleros de las FARC que se desmovilicen.“A todos los sectores económicos del país nos compete colocar la cuota de trabajo para que en un escenario de paz contribuya fundamentalmente a materializarse, con el esfuerzo de los privados. De suerte que el sector de la seguridad privada, como todos los sectores de la economía, van a tener que contribuir en el pos conflicto”, indicó Mayorga. 17 Entre las prioridades del nuevo superintendente se encuentran sacar adelante el proyecto de ley para reformar este despacho y su papel regulador, proyectar su contribución al país en el pos conflicto y buscar nuevas formas para apoyar de manera más efectiva a la seguridad ciudadana. Los empresarios de la vigilancia y la seguridad privada vincularán a desmovilizados de la guerrilla y las autodefensas siempre y cuando previamente se dé un proceso de evaluación y capacitación para los interesados en formar parte de la seguridad privada; proponen alternativas de empleo, como guardias cívicos sin armas o en la confección de dotaciones para las compañías de seguridad. Jaime Higuera Serrano, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Seguridad Privada (Andevip) que reúne a 152 empresas, manifestó que el gremio está listo para vincularse al programa presidencial de reinserción."Lo sentimos como un deber para lograr la paz, en cuanto a la vinculación a las empresas, se podrá hacer siempre y cuando haya primero una evaluación de los aspirantes, y luego una estricta y completa capacitación, como se hace con cualquier persona", explicó Higuera. El dirigente gremial agregó que inicialmente las empresas acordaron apoyar a los reinsertados contratando con ellos la adquisición de los uniformes que requieran las compañías, "En las próximas semanas nos reuniremos con las entidades gubernamentales para definir los detalles y suscribir convenios", apuntó Higuera. Juan David Ángel, director del programa de reinserción del Gobierno, calificó como positiva la iniciativa, "pues en general el oficio de la vigilancia tiene pertinencia con lo que ellos, los reinsertados venían haciendo"; según él, el Gobierno ya ha hecho proyectos de capacitaciones piloto de este tipo, como la vigilancia de carreteras con reinsertados, al que calificó como exitoso. Las alternativas de generación de empleo están disponibles tanto para los desmovilizados individuales como para los colectivos. Para ello, se celebra acuerdos con entes públicos y privados, con el fin de que éstos incorporen desmovilizados dentro de sus procesos de selección de personal, ya sea en trabajos remunerados de tiempo completo o bajo el esquema de pasantías 18 laborales; para el caso de los trabajos formales, en la actualidad se tienen convenios vigentes con algunos hipermercados y con el Ministerio de Transporte (para la construcción de vías), en lo relacionado con las pasantías laborales, por medio de la gestión con convenios con diferentes entidades, y con alcaldías y gobernaciones para que éstas vinculen desmovilizados a puestos de trabajo que se generen en sus jurisdicciones. Adicionalmente, los beneficiarios del Programa tienen la opción de incorporarse al esquema de servicio social reparatorio, bajo éste esquema, tienen la posibilidad de trabajar tiempo completo o medio tiempo en diferentes áreas (guías de tránsito, cuidado de terminales, desminado humanitario, erradicación de cultivos, bomberos, defensa civil, observadores viales, entre otras) y de recibir a cambio una bonificación y experiencia; esta opción no es remunerada (Velazco, 2006). Una vez esté la disposición de las empresas de seguridad privada de permitir a trabajadores desmovilizados, corresponde a los usuarios de las empresas de seguridad, su aporte desde su roll en la concientización y tolerancia como aporte al proceso de paz y la reconciliación, sin embargo pese a los buenos propósitos, no deja de relucir la discriminación, el temor y la desconfianza de usuarios de servicios de seguridad privada en la integridad de los empleados desmovilizados. El trabajo y el proceso de reinserción involucra el compromiso de quienes figuran como usuarios de un servicio, en este caso la seguridad privad; dicho compromiso está enmarcado en la aceptación y el respeto de los derechos, sin embargo, como en todas las actividades laborales del país, también requiere de procesos de adaptación y conciliación de los desmovilizadas, a pesar de la disposición por parte de las empresas, para la vinculación de este personal. Los compromisos van desde la desmovilización completa por parte de la guerrilla, la vinculación al mundo laboral y la formación a través de entidades oficiales como el SENA, que los capacitará en los diferentes campos de interés para los desmovilizados. 19 CONCLUSIÓN La finalización del conflicto armado en Colombia, no será tan fácil como muchos creen, considerando que si bien es cierto en los anteriores procesos de desmovilización, ha existido mucho descuido por parte del estado, como proveedor de seguridad, lo que a muchos excombatientes les ha costado la vida, se necesita desde ya empezar a trabajar y elaborar estrategias bien sólidas, de lo contrario las iniciativas se podrían convertir en una bomba social que nos pondría en iguales condiciones a las que inicialmente dieron origen a los conflictos armados en Colombia; estas estrategias deben permitir que las personas que dejen las armas tengan oportunidades para la reinserción de calidad, que les permitan generar de forma honrada dividendos para el sustento de sus familias. El pos conflicto necesita oportunidades para que quienes de verdad deseen regresar a la sociedad, tengan oportunidades de empleo digno, educación, capacitación en oficios productivos, salud de calidad, y regresarle los derechos que de una u otra forma el gobierno nacional, ha negado a las personas más necesitadas, entre estos el derecho a la tierra y a la Seguridad. La vinculación laboral de reinsertados cuenta con apoyo de muchas empresas del sector económico del país siendo una de las más destacadas el apoyo de las empresas de seguridad privada, aportando este sector a nuevas oportunidades de empleo y respaldo al proceso de paz, teniendo en cuenta que no es fácil la vinculación de desmovilizados al sistema productivo del País y la responsabilidad que asumirán los empresarios y usuarios de estos servicio, pero aun así las empresas de seguridad privada están convencidas en la contribución al proceso de paz. 20 BLIBLIOGRAFIA  COMISION HISTORICA DEL CONFLICTO Y SUS VICTIMAS (CHCV), 2015. Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. Compilación de ensayos. Oficina del alto comisionado para la paz. Bogotá.  KURTENBACH, S. 2005. Análisis del conflicto en Colombia. Estudio de conflictos. Fundación Friedrich Ebert Stiftung. Bogotá.  BARRAGAN, L.A.2012. 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