COOPERACIÓN INTERNACIONAL DESDE LA GEO-ECONOMÍA: UN RECORRIDO POR LA COOPERACIÓN EN COLOMBIA AUTOR GABRIEL FERNANDO GONZÁLEZ CASTRO ENSAYO DE OPCIÓN DE GRADO DIPLOMADO DE GEOPOLÍTICA DIRECTOR CAMILO ANDRÉS DEVIA GARZÓN UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA FACULTAD DE RELACIONES INTERNACIONALES ESTRATEGIA Y SEGURIDAD RELACIONES INTERNACIONALES Y ESTUDIOS POLÍTICOS BOGOTÁ D.C. 2017 Cooperación Internacional desde la Geo-economía: Un Recorrido de la Cooperación en Colombia Resumen Desde la década de los 60 con la creación de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico – OCDE, Colombia ha sido uno de los países en Latinoamérica más beneficiados por el programa Ayuda Oficial al Desarrollo que la institución instauró, donde el país recibió durante más de 40 años donaciones y asistencia, debido al estatus de renta media baja con el que estábamos clasificados entonces; este tipo de asistencia no buscaba desarrollo a largo plazo, sino suplir las necesidades inmediatas de las poblaciones por medio de recursos internacionales. Sin embargo, desde la década de los 90 nuestro estatus económico escaló, posicionándonos como país de renta media alta, cambiando las relaciones de cooperación que Colombia mantenía con otros países. Este ensayo busca explicar cómo fue el cambio de cooperación, entendiéndola desde la geo-economía, y cuáles son los principales actores internacionales que han hecho parte de este proceso. Palabras Clave Cooperación Internacional, Geo-economía, Desarrollo Humano, Desarrollo Rural, Ayuda Oficial al Desarrollo. Introducción De las principales metas que tienen los países latinoamericanos es la de generar programas y políticas con base en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para erradicar la pobreza y promover la equidad social, fomentando la conectividad municipal y aumentar los índices de desarrollo humano de la región (Programa de las Nacionas Unidas para el Desarrollo, 2015). En el caso específico de Colombia, hay muchas brechas que le afectan, por ejemplo las brechas de infraestructura vial, demostrándose desarrollo en los municipios cercanos a las capitales departamentales, pero muy poco en los municipios más alejados; las zonas veredales son las más afectadas, pues se limita su comercio, y por lo tanto su desarrollo (Collado, Grandas, & Prado, 2013). Por supuesto, este no es el único factor que afecta al desarrollo, también lo afecta las inequidades de género, la pobreza, la ineficiencia en el sistema de salud pública y educación, las altas tasas de desempleo, entre otros (Departamento Nacional de Planeación, 2014). Por esto es importante aunar esfuerzos para acabar con la centralización y enfocarse en la cooperación internacional para el desarrollo, pues ésta con su enfoque local, ayuda a fortalecer el proceso de descentralización, el desarrollo territorial y el desarrollo humano en el país (Cuesta, 2015). Cuando inició el programa “Ayuda Oficial al Desarrollo” por parte de los países desarrollados en la década de 1960, Colombia fue uno de los países más “beneficiados” (entre comillas porque el asistencialismo no es necesariamente un beneficio) hasta la década de 1990, cuando el país empezó a mejorar su situación en materia de seguridad y economía (Collado, Grandas, & Prado, 2013). Anteriormente lo que nos permitía ser beneficiarios de las AOD era nuestra calificación de país de renta media baja, sin embargo y durante los últimos 16 años la economía y estabilidad del país ha aumentado paulatinamente hasta ubicarnos en la categoría de renta media alta según el Banco Mundial1, causando que el asistencialismo disminuya y representando un problema para las zonas del país que más dependen de estas ayudas. Es por esto que el gobierno desde hace unos años optó por virar el foco del asistencialismo a la cooperación internacional, buscando aliados geoeconómicos para impulsar el desarrollo de los gobiernos locales y posicionar al país internacionalmente (Centro de Pensamiento Estratégico Internacional, 2010). El objetivo de este trabajo es demostrar el desarrollo de la cooperación internacional en Colombia desde un enfoque geoeconómico; para esto se explicará qué es la geo-economía, la cooperación internacional y cuáles son los beneficios geoeconómicos que recibe Colombia por medio de la cooperación. Esto se hará a partir de información publicada por fuentes oficiales como la Agencia Presidencial de Cooperación - APC, el Departamento Nacional de Planeación – DNP entre otras, y diferentes artículos científicos que aborden el tema. También se explicará cómo el desarrollo humano es importante para el crecimiento geo-económico del país. 1 Obtenido de la página oficial del Banco Mundial: http://datos.bancomundial.org/pais/colombia Geo-economía y la Cooperación Internacional La geo-economía estudia la relación entre geografía, economía y las estrategias que existen para su relacionamiento, específicamente las relaciones de un mundo global: alianzas, cooperación, hermanamiento, asistencialismo, todo partiendo de unos intereses particulares (Olier, 2012). Desde el periodo entre guerras, partiendo de la crisis económica del 24 de octubre de 1929, hasta el Plan Marshall y la creación del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, las relaciones entre países dieron un vuelco de su naturaleza geopolítica a la necesidad de generar estrategias económicas para evitar crisis internacionales que pudiesen causar guerras de magnitudes tan grandes como la Segunda Guerra Mundial (Olier, 2012) (Buelvas, 2014). Fue gracias a la globalización que los mercados empezaron a expandirse, y con la creación de nuevas tecnologías, iba creciendo cada vez más un comercio a escala global. Esto permitió que durante la Guerra Fría, la noción de geopolítica evolucionara a la geo- economía con la creación de bloques económicos como la Comunidad Económica Europea del Carbón y del Acero y la Organización de Países Exportadores de Petróleo, mutando de las relaciones de poderes políticos, a las relaciones de poderes económicos que trascienden fronteras (Baru, 2012). Las relaciones económicas han venido cambiando desde el contexto de la Guerra Fría, aplicándose el modelo económico de Hecksher Ohlin sobre la ventaja comparativa, donde los países se especializan según sus recursos y capacidades (por supuesto no es tan simple; un país puede producir variedad de bienes y servicios, pero generalmente hay un sector de la economía donde mejor se desempeñan); por ejemplo, en el caso de China, el país tiene recursos primarios y mano de obra abundante y de bajo costo, en el caso de Europa, tiene la tecnología para crear automóviles de alta calidad en la parte tecnológica, y en la parte técnica, la capacidad y tradición en la producción de alimentos como los quesos y vinos (Ponce, 2013). Ahora bien, dentro de este contexto es crucial para las economías emergentes encontrar el apoyo de las grandes potencias, buscando en el marco de la cooperación internacional afianzar sus relaciones económicas con el mundo desarrollado. Al volcar el escenario de los conflictos en materia económica desde el control de recursos naturales y materias primas hacia el control de bloques económicos regionales, muchos países emergentes buscan por medio de la creación de instituciones gubernamentales lograr ese objetivo de la cooperación (World Economic Forum, 2015). Dentro de las dinámicas de la geo-economía, la cooperación internacional se ha convertido en un vehículo de gran importancia para los países con economías emergentes (Olier, 2012). Se han creado instituciones tanto gubernamentales como no gubernamentales con campos de acción prolíferos para lograr objetivos de desarrollo tanto para las regiones más apartadas como para las comunidades más vulnerables (Collado, Grandas, & Prado, 2013). Organizaciones como la OCDE, el PNUD, la OEA, la OEI, entre otras, nacieron de la búsqueda de soluciones a problemas sociales y financieros que no podían ser resueltos en la soledad de las fronteras internas de las naciones (Collado, Grandas, & Prado, 2013). Un problema en común, como ejemplo de este punto, es el cambio climático y el impacto medioambiental que causan las sociedades modernas al planeta, tratado en el Acuerdo de Paris (2015), donde un grupo de 193 naciones firmó para el compromiso de no ascender sobre el límite de 2°C (promedio global) en la etapa postindustrial (Naciones Unidas, 2015, pág. 2). En Colombia, la cooperación internacional ha sido una estrategia clave para el desarrollo cultural, científico, económico y social de las municipalidades, con apoyo de países como Canadá, Países Bajos, España, Suiza, entre otros, quienes han traído aportes financieros, de infraestructura y educación, entre otros, a regiones apartadas del país (Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, 2017). Evolución de la Cooperación Internacional en Colombia desde la Geo-economía Uno de los grandes problemas a los que se enfrentaba la cooperación internacional en Colombia durante sus primeros 30 años, desde la década de 1960 hasta la década 1990 era que ninguna entidad del Gobierno Nacional regulaba por completo los aportes financieros que hacían los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – OCDE; no lo hacía el Ministerio de Relaciones Exteriores, que era por donde ingresaba el dinero al país, ni tampoco lo hacía el Departamento Nacional de Planeación – DNP, que era el ente que destinaba los dineros a las entidades territoriales para la ejecución de los proyectos (Departamento Nacional de Planeación, 1995). Varios de los países oferentes de cooperación se dirigían directamente a las entidades territoriales para implementar ellos mismos los recursos y gestionar los proyectos, como también las entidades territoriales entablaban relación directamente con los países oferentes (Departamento Nacional de Planeación, 1995). Lo anterior por supuesto podría verse como algo positivo, como cooperación descentralizada en pro del desarrollo. Sin embargo este tipo de cooperación no estaba siendo registrada por el DNP, y en muchos casos los proyectos implementados no respondían a los lineamientos establecidos en los planes de desarrollo nacionales y por lo tanto, no respondían a las necesidades que el país demandaba. Siguiendo lo anterior, los intereses geoeconómicos de cualquier país con Colombia son claros: las riquezas en recursos como el oro, la esmeralda, minerales de construcción, petróleo, diversidad de suelos, entre muchos otros potenciales geográficos, haciendo imperativo un control sobre la cooperación. Sin embargo, la inestabilidad de la democracias en los municipios colombianos con grandes potenciales económicos debido al conflicto interno que afligió al país durante tantas décadas, privó a las poblaciones y al mismo país a encaminar su desarrollo geoeconómico con la guía de países mucho más desarrollados, especializados en buenas prácticas en la explotación y utilización adecuada de los recursos. Fue hasta 1995 que el DNP, en su documento Política Nacional de Cooperación Internacional, sugiere implementar medidas para tener un mayor control sobre los recursos que entren al país por cooperación, centralizándola en casi su totalidad, y como en esa época la descentralización del país todavía no era un discurso político fuerte, cumplía con los lineamientos del Gobierno Nacional. Más específicamente, este documento buscaba por medio del Consejo Nacional de Política Económica y Social – CONPES: […]1) establecer una clara delimitación de las funciones de las instancias que coordinan la cooperación internacional técnica y financiera no reembolsable; 2) fortalecer la División Especial de Cooperación Internacional del Departamento Nacional de Planeación, con el fin de que pueda realizar a cabalidad las labores de coordinación que le han sido encomendadas y pueda colaborar con los sectores en la definición de los programas de cooperación sectorial y en los proyectos específicos que se presenten a consideración de los donantes; 3) Fortalecer la cooperación técnica entre países en desarrollo que ofrece y recibe el país, acorde con los lineamientos de política internacional establecidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores; y 4) Constituir el Consejo Nacional de Cooperación Internacional, instancia encargada de velar por la coordinación de la cooperación internacional que reciba y otorgue el país. (pág. 2) Sin embargo, y es importante aclarar, la cooperación que recibía el país en las décadas mencionadas es diferente a la cooperación que recibe hoy en día. Como se aludió en la introducción, el tipo de cooperación que recibió Colombia durante estas décadas era una cooperación para países de ingresos medio-bajos asistencialista. Hoy en día la calificación de país de ingresos medio-altos nos ha permitido ser susceptibles a otro tipo de cooperación, y es la cooperación de intercambio de conocimientos para el desarrollo sostenible y la dinamización del mercado (Collado, Grandas, & Prado, 2013). Hay diferencias conceptuales entre lo que es asistencialismo y lo que es propiamente cooperación: a pesar que las dos buscan el desarrollo de los países en vía de desarrollo, el asistencialismo suple necesidades inmediatas, como brindar alimento y albergue a la población afectada por las brechas sociales en el país; en otras palabras, el asistencialismo no brinda desarrollo a largo plazo y es generalmente de una sola vía (Enríquez & Ortega, 2007). La cooperación, por otro lado, es el intercambio recíproco de conocimientos y recursos entre dos o más partes para cumplir unas metas específicas no necesariamente correlacionadas, partiendo de la premisa que su fin es la construcción de visiones solidarias y cooperativas a partir de unos intereses específicos que puedan beneficiar a ambas partes en temas de desarrollo sostenible; es decir, es de doble vía (Chiani, 2009, págs. 8-9). No obstante, a pesar de los esfuerzos del DNP, durante los siguientes 15 años la cooperación en Colombia se basó principalmente en la AOD, metodología asistencialista que promovió el presidente Andrés Pastrana por medio de su fallido intento de hacer una negociación de paz con las FARC-EP. Durante este tiempo, sin embargo, hubo dos procesos que se caracterizaron por ser otro tipo de cooperación diferente a la AOD para trabajar en la mitigación del impacto del conflicto armado en las municipalidades del país, estos son: El Plan Colombia con Estados Unidos y los Laboratorios de Paz con la Unión Europea (García, 2015). El Plan Colombia buscaba principalmente erradicar la producción de drogas en Colombia, negocio que afectaba directamente al país emisor, Estados Unidos. Para esto se desarrollaron programas que tenían como objetivo fortalecer la Fuerza Pública en su labor por acabar con las cadenas de producción del narcotráfico y los grupos armados al margen de la ley, por medio de abastecimiento de armas de alta tecnología y diseño de tácticas militares vanguardistas específicas para las condiciones geográficas colombianas (Departamento Nacional de Planeación, 2006). Teniendo en cuenta lo anterior, es importante aclarar que el Plan Colombia fue implementado no solo en una coyuntura de narcoterrorismo, sino también de índices de desempleo del 20% y una inversión extranjera casi nula; la trascendencia del plan no era solo militar, Estados Unidos entendía que el potencial económico del país estaba completamente ligado a su geografía y al acceso a ella. Por medio del plan, buscaba generar condiciones óptimas para el desarrollo a través de la recuperación de zonas de potencial económico tomadas por las FARC, y así aumentar la inversión extranjera y desarrollar el potencial geoeconómico del país (Cobaleda, 2011). Sin embargo, los resultados del plan son una contradicción al programa en cuestión. Si bien aumentó la inversión extranjera en el país y esfuerzos de cooperación dieron lugar al desarrollo de muchas municipalidades en el país, el uso del glifosato no solo desangró las selvas colombianas, sino la oportunidad de un desarrollo agrícola al corto plazo, dejando a cientos de campesinos con tierras infértiles y graves problemas de salud (Moreno, 2015). Por otro lado, en el caso de Los Laboratorios de Paz de la Unión Europea, estos no buscaban como el Plan Colombia luchar contra las drogas, sino fortalecer las capacidades blandas de las poblaciones y los gobiernos, y el desarrollo socioeconómico y medio ambiental. En general, la Unión Europea se caracteriza por liderar una cooperación unilateral, buscando el desarrollo de los países en donde cooperan, más que un beneficio por medio de dicha cooperación; es unilateral porque por medio de sus programas dejan las bases para el desarrollo de los municipios, pero los que deben finiquitar los proyectos son los gobiernos locales (Castañeda, 2009). Colombia tuvo grandes avances en el desarrollo geoeconómico de las regiones donde este se implementó. Por medio de esta cooperación se lograron implementar más de 300 proyectos products y ambientales, que buscaban el desarrollo de las comunidades, las buenas prácticas agrícolas sostenibles y la recuperación y cuidado de los hábitats naturales. Sus resultados fueron más de 1.691 hectáreas de cultivos ilícitos reemplazados por cultivos lícitos y 30.200 hectáreas donde se establecieron cultivos para el desarrollo económico de las ciudades, tecnificados para minimizar al máximo los impactos medioambientales (Baribbi & Arboleda, 2013) Con este programa, la Unión Europea le brindó las herramientas al país para llevar a cabo buenas prácticas institucionales y agrícolas, potenciando el desarrollo geoeconómico de las áreas donde éste se implementó, diversificando la producción, dinamizando la economía, y atrayendo inversión tanto nacional como extranjera. El Desarrollo Humano y el Posconflicto como Epicentro de la Cooperación Internacional en Colombia Si bien es cierto que el desarrollo humano no necesariamente está ligado a los intereses geoeconómicos de un país, es imprescindible para llegar a un estado de aprovechamiento de los recursos naturales sosteniblemente, y potencializar su economía con productos tecnificados que trascienden fronteras y participan en el mercado global. Sin embargo, con nuestros niveles de desarrollo es imperativo recibir apoyo de la comunidad internacional, que reconocen las riquezas geoeconómicas de Colombia y los beneficios de ampliar sus mercados a las zonas menos desarrolladas, y tienen todos los mecanismos tanto técnicos como financieros para explotar mejor los recursos. Y, en nuestra actual coyuntura, la mejor forma de lograrlo es por medio de la paz y todo el proceso de posconflicto. Es por lo anterior que la cooperación internacional se constituye como uno de los pilares fundamentales para la consecución de escenarios para la paz, pues bajo éstos es que se enmarcan (aún bajo intenciones asistencialistas), la ampliación de las capacidades institucionales por medio de una mayor cobertura de proyectos e iniciativas que se enfocan en suplir las necesidades de las comunidades, potencializar la economía de las regiones y proteger la naturaleza por medio de buenas gestiones ambientales (Gutiérrez, 2011). Estas relaciones de dependencia generan la capacidad a los demás Estados de intervenir en los asuntos internos con el fin de desarrollar nuevas políticas que fortalezcan el desarrollo del país. Bajo estos nuevos escenarios, el Estado colombiano se fija la meta de aprovechar las relaciones de dependencia justificada en conceptos como los de la Interdependencia compleja, fructificando los resultados positivos que se obtienen de las ayudas, los proyectos productivos, el aprovechamiento sostenible de los recursos y demás iniciativas que contribuyen al fortalecimiento institucional (Garzón, 2014). Es bajo esta búsqueda de fortalecer la institucionalidad del gobierno nacional con los demás actores internacionales, que se adaptó la modalidad de cooperación internacional con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, enfocando los recursos en el desarrollo humano (Collado, Grandas, & Prado, 2013). Al ser enfocados los recursos en el desarrollo humano, se garantizará al largo plazo una población mejor preparada, que explotará de forma responsable los recursos y dinamizará la economía en sus localidades. Adentrándonos más al término, el desarrollo humano es un índice que se mide a partir de indicadores de educación, alimentación, pobreza, desigualdad de género, tasas de analfabetismo en niños adultos y por supuesto también a los ingresos de las personas, no para medir su capacidad adquisitiva sino su bienestar y autosuficiencia, etc.; es todo lo que garantice la “libertad de desarrollar todo el potencial de cada vida humana” (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2016). Su finalidad es la cohesión social, la productividad a partir de las potencialidades individuales, el bienestar que se refiere a la calidad de vida, la equidad y la sostenibilidad para que haya continuidad (Pardo, 2008). 1. Teniendo claro lo anterior, uno de los principales retos a los que se enfrenta el desarrollo humano en Colombia es el conflicto armado y la falta de seguridad o protección al indicador más importante que es el bienestar, es decir, garantizar una vida libre y de calidad. Si como país no se es capaz de garantizar la seguridad a todos los municipios, mucho menos se es capaz de garantizar el desarrollo humano; es por eso que todos los esfuerzos deben estar dirigidos a la paz duradera y la descentralización (Arteaga, 2011). Y justamente el desarrollo humano es lo que en nuestro nuevo contexto de posconflicto se está enfocando el Gobierno Nacional y los actores internacionales de la cooperación, como indica el Informe de Gestión del 2016 de APC, enfocándolo en tres líneas específicas:Construcción de Paz: en nuestro contexto actual de posconflicto, es de vital importancia la cooperación de actores internacionales que permitan garantizar la construcción de escenarios de reconciliación y mitigación de la violencia con la finalidad de gestionar la reconstrucción de los territorios afectados por el conflicto armado (Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, 2017). 2. Desarrollo Rural Sostenible: al ser Colombia un exportador de materias primas, enfoca su expansión económica internacional en este pilar como una inversión que potencialice el desarrollo de la producción agrícola sostenible (Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, 2017). 3. Conservación y sostenibilidad ambiental: durante los cambios coyunturales de los últimos años, las agendas de los Estados se han enfocado en el desarrollo sostenible y la conservación ambiental de los recursos naturales del planeta; Colombia al tener un potencial en biodiversidad y recursos naturales se ha convertido en un actor crucial para la cooperación verde (Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, 2017). Estos pilares para la cooperación en Colombia se han convertido en la estrategia de obtención de recursos internacionales y ayudas para el desarrollo regional por medio de la ampliación del potencial de acción en el territorio, y así explotar sus potenciales geo- económicos (Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, 2017). En el 2016, la cooperación internacional financió con USD$573’137.855 el desarrollo en Colombia, destinándose la mayor cantidad de recursos a proyectos que ayuden a la construcción de paz, ya sean proyectos de educación, infraestructura, salud, etc, que generen espacios propicios para el desarrollo de la paz. La segunda línea en cooperación es el desarrollo rural, siendo éstos proyectos que beneficien a los productores agrícolas y pecuarios a mejorar sus prácticas en las veredas, brindándoles todas las herramientas para que puedan lograrlo sosteniblemente en el tiempo, como también desarrollo en educación y salud para zonas de difícil acceso; esto incluye lo mencionado anteriormente de brecha de infraestructura vial. La tercera línea es la conservación y sostenibilidad del medio ambiente, que trabaja proyectos de ecoturismo, investigación herbaria y animal, reforestación, y buenas prácticas para la protección de los ecosistemas (Grasa, 2014). Gráfico 2. Destinación de recursos de Cooperación Internacional en Colombia durante 2016: Fuente: Elaboración propia con información de APC (2017) Los principales países que cooperan con Colombia han aportado al crecimiento geo- económico de las comunidades más afectadas por el conflicto armado, brindándoles oportunidades de educación, salud, productividad y desarrollo ambiental. $ 326,688,577 , 57% $ 131,821,707 , 23% $ 103,164,814 , 18% $ 11,462,757 , 2% Construcción de Paz Desarrollo Rural Sostenible Conservación y Sostenibilidad Ambiental Otros Principales Cooperantes 2014 2015 2016 Actor Dinero Aportado (USD) Actor Dinero Aportado (USD) Actor Dinero Aportado (USD) Estados Unidos $210.096.879,47 Estados Unidos $168.507.165,84 Estados Unidos $208.829.660,00 Cuadro 2. Principales Cooperantes 2014 a 2016 Fuente: Elaboración propia con información de Ciclope (Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, 2017) El principal cooperante con Colombia es Estados Unidos, con su Agencia para el Desarrollo Internacional – USAID. Durante 2016 – 2017 invirtió 70 millones de dólares solo en el desarrollo agrícola de las regiones y 11 millones en la conservación y buen uso de los recursos no renovables. Dentro del Caquetá invirtió en cultivos de cacao, palma de aceite, café, entre otros, brindándoles una oportunidad a los campesinos que solían cultivar coca (Lente Regional, 2017) (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, 2017). Los esfuerzos por la paz han sido tanto nacionales como internacionales, y si bien Estados Unidos se está beneficiando de esta cooperación al invertir en tierras para la producción de cultivos agrícolas, también está brindándole oportunidades a cientos de campesinos para que dinamicen la economía, y aprovechen el potencial en recursos que posee. La Unión Europea junto a la Federación Colombiana de Municipios están llevando a cabo un programa llamado “ConSentido Público”, donde buscan trabajar para el desarrollo de los municipios del Meta y Nariño, municipios fuertemente afectados por el conflicto y el Suecia $102.171.863,88 Noruega $51.431.161,73 Unión Europea $158.840.117,09 Unión Europea $81.807.873,28 Unión Europea $42.027.603,78 Alemania $34.555.504,67 España $71.369.081,42 Canadá $38.283.602,00 Canadá $27.461.367,70 Canadá $8.021.926,82 Alemania $17.408.590,37 Suecia $24.227.890,98 mal uso de sus recursos naturales. Con esta iniciativa, se pretenden generar desarrollo multisectorial, encaminado especialmente al fortalecimiento institucional, humano y aprovechamiento de los recursos naturales de forma sostenible, beneficiando a los dos departamentos con prácticas sostenibles para el desarrollo rural, entendiendo el potencial geográfico que estos tienen para el desarrollo nacional (UNFPA, 2017). Y por último, Canadá a través de la Federación Canadiense de Municipios, creó el programa “Comunidades Inclusivas y Sostenibles en América Latina”, un programa que busca potencializar el desarrollo sostenible en la región por medio de proyectos multisectoriales, principalmente productivos y ecoturísticos (Federación Canadiense de Municipios, 2017). Desde hace un año aproximadamente, han estado trabajando directamente con los municipios de Antioquia y la Guajira de la mano con la Federación Colombiana de Municipio, por medio del cual se ha invertido en proyectos ecoturísticos y de aprovechamiento de la naturaleza para el crecimiento económico de los municipios, y la industrialización sostenible para el procesamiento de sus producto, fomentando el desarrollo y dándole las herramientas a la población para hacer parte del mercado global (Federación Canadiense de Municipios, 2017). Conclusiones La importancia geoeconómica que tiene la cooperación internacional en Colombia es lo que ha llevado a que el Gobierno Nacional, por medio de la Agencia Presidencial para la Cooperación se encargue de llevar a cabo acompañamiento con las entidades internacionales para el progreso y desarrollo de los municipios. Vivimos en un mundo cada vez más consciente de la necesidad explotar al máximo de forma sostenible y ambientalmente amigable los recursos, y por medio de la cooperación internacional Colombia podrá potencializar toda la capacidad geográfica que tiene. Esto no solo enriquecerá al país y generará desarrollo humano, sino que también permitirá tener más control de la explotación de recursos y la preservación de los ecosistemas. Los beneficios geoeconómicos para Colombia por medio de la cooperación se reflejan en la mayor presencia del gobierno en municipios aledaños a las capitales departamentales; en parte, gracias a la cooperación, la geografía nacional es cada vez más asequible, desarrollándose proyectos que benefician a las comunidades de los departamentos más afectados por el conflicto, sin discriminar por supuesto a aquellos que no. Cada vez es más visible el apoyo de la cooperación internacional en el desarrollo de las municipalidades. Por ejemplo, en la carretera dentro de Caquetá, entre Florencia y la Montañita, se pueden divisar cultivos de palma para aceite como reemplazo de cultivos ilícitos (Editorial Amazónico, 2015). Aún falta mucho para lograr explotar el potencial geoeconómico del país en todas sus regiones, con todos los problemas sociales y en nuestra coyuntura de múltiples grupos al margen de la ley financiados por el narcotráfico, los obstáculos son muchos. Sin embargo, gracias a los esfuerzos tanto nacionales como internacionales, el progreso que se ha logrado durante los últimos años seguirá beneficiando más a la población, incrementando los índices de desarrollo y reduciendo las brechas sociales. Si bien los fines geo-económicos de las potencias que han invertido en Colombia no son el desarrollo colombiano per se sino la implementación de su mercado más allá de sus propias fronteras, éstas han apoyado de forma positiva al país y a sus población; al fin y al cabo, el objetivo de la cooperación internacional no es el bien o desarrollo de una sola parte, sino una empresa donde ambas partes se benefician. Muchos dicen y dirán que la apertura de los mercados y la cooperación internacional solo han servido para minimizar el desarrollo del mercado nacional, beneficiando más a los inversionistas y cooperantes. Sin embargo, el desarrollo que gracias a la competencia traída por los mercados internacionales se ha evidenciado durante los últimos años en las dinámicas empresariales colombianas (véase el caso de TOSTAO’, empresa panameña diseñada específicamente para el consumidor Colombia, que comercializa con productos de calidad comprados a empresas colombianas de bajo renombre (Dinero, 2016)), y la técnica que ha traído la cooperación internacional se han evidenciado en una explotación más sostenibles de los recursos, amigables con el medio ambiente y generadora de empleos y desarrollo. Referencias Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. (2017). bioredd.org. Recuperado el 13 de Agosto de 2017, de http://bioredd.org/proyectos/ Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia. (2017). Asociatividad 2010-2016: Balance de las experiencias de cooperación internacional en Colombia. Bogotá D.C.: Agencia Presidencial de Cooperación. Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia. 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