¿Es un impacto positivo, el dolor, la emoción y la creatividad, en el proceso educativo?

Abstract

No hay una pedagogía para entender los procesos de dolor, emociones y mucho menos de creatividad pero lo que sí es real es que el acompañamiento docente es el punto de partida y la medida de cualquier educación con perspectiva humanista, ajustada a las condiciones del siglo XXI. En la vida nos encontramos algunas situaciones negativas y procesar la información de una manera adecuada, en la mayoría de las veces no es fácil, puesto que hay muchos componentes tanto orgánicos como bioquímicos que son los que influyen en las respuestas que le damos a esos eventos adversos y esto es lo que llamamos resiliencia. La resiliencia es un proceso que se aprende, y depende de una cascada de condiciones y de formas de pensar que cualquier persona puede aprender y adoptar. Los expertos manifiestan que por el hecho de ser resiliente, no significa la ausencia de dolor emocional, malestar o dificultades para afrontar las adversidades. Así pues, se debe pensar en la resiliencia desde el proceso transformador del dolor para esto necesitamos ser empáticos y para ser empáticos necesitamos ser altruistas, condiciones que están ligadas al proceso pedagógico y solo a través de la interpretación del conjunto podemos dar cuenta de importantes procesos educativos que impactan a nivel social.